La calibración de termómetros empleados en la fabricación y el registro de temperatura, debe ponerse siempre en manos de profesionales; también estableceremos los pros y contras de acudir a un laboratorio de calibración acreditado.
Ejemplificamos y abordaremos los métodos de la calibración respecto al método utilizado en los cinco siguientes tipos de dispositivos:
- Termómetros de tipo resorte o bimetálicos. De uso frecuente, a pesar de su baja velocidad de respuesta y falta de precisión, ya que son baratos y fáciles de ajustar.
- Termopares. El sensor industrial más utilizado, formado por dos hilos de metales distintos unidos por un extremo, lo que genera una tensión proporcional a la temperatura.
- Detectores de temperatura resistivos (RTD, por sus siglas en inglés). Normalmente devanados de hilo de platino; son caros pero proporcionan una respuesta rápida y buena precisión de medición.
- Termistores. Estos dispositivos basados en semiconductores miden la temperatura en un intervalo limitado y a menudo se utilizan en aplicaciones médicas.
- Detectores de radiación infrarroja (IR). Estos sensores sin contacto miden la temperatura superficial y se dividen en dos subtipos distintos: pirómetros de IR y cámaras de imágenes térmicas. El uso de ambos está creciendo rápidamente a medida que se comercializan más productos.
Calibración de termómetros (termómetros)
La forma más sencilla de calibrar un sensor de temperatura es comprobar cómo mide la temperatura de dos constantes físicas: la temperatura a la que se funde el hielo y el punto de ebullición del agua (aunque esto último se debe corregir en función de la presión atmosférica).
Aunque este método es rápido y barato, presenta el inconveniente de que normalmente no es una calibración trazable.
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Los calibradores de sondas de bloque seco resuelven este problema y proporcionan un medio rápido y preciso para calibrar sondas de termistores, termopar y RTD. Se utiliza un calibrador como el calibrador de sondas de bloque seco hot point® de OMEGA para calentar un termopar a la temperatura seleccionada y se compara la lectura del indicador con la del calibrador. A continuación, se utiliza una cámara de referencia ice point®, como la OMEGA TRCIII, para proporcionar la temperatura de comparación de 0 °C. Nuevamente, se compara la lectura indicada con la del calibrador. A partir de estas dos mediciones se pueden establecer las correcciones pertinentes.
También se puede verificar el funcionamiento del termopar mediante la simulación de la señal eléctrica producida por la sonda y la comprobación de la lectura esperada respecto a la indicada.
Los calibradores de infrarrojos de cuerpo negro se utilizan para la calibración de equipos de medición de temperatura sin contacto, como las cámaras térmicas y los pirómetros. Estos dispositivos utilizan una superficie de emisividad “perfecta” (entre 0,95 y 0,98) que se calienta a una temperatura conocida y se compara con la lectura del dispositivo. (Tenga en cuenta que, si bien la precisión depende de la calidad de la medición de temperatura del calibrador de cuerpo negro y únicamente puede ser del 1 %, la repetibilidad debería ser muy elevada) .
¿Calibración interna o utilización de un laboratorio de calibración?
Para la mayoría de organizaciones, los factores determinantes son el volumen de trabajo de calibración que se debe llevar a cabo y la disponibilidad de recursos internos.
Si ya se ha realizado la calibración de los indicadores, para añadir los sensores de temperatura a la lista de equipos solo se requiere la inversión en una sonda de bloque seco o un calibrador de cuerpo negro. No obstante, siempre se necesitará alguna calibración externa para garantizar la trazabilidad.
Muchos procesos de fabricación utilizan calor para modificar las características del producto.
En algunos casos, la calibración de termómetros precisa resulta esencial para asegurar la adecuación para el propósito, y el rastro documental (registros de temperatura y pruebas de que se ha efectuado la calibración) acredita que el fabricante ha tomado las medidas adecuadas para mantener la calidad de los artículos fabricados.
La calibración de los sensores de temperatura, ya se realice internamente o a través de un laboratorio especialista, constituye una parte esencial de esta actividad.
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Un laboratorio que no cumpla los requisitos del ISO 17025 podría realizar calibraciones trazables dentro de los apropiados límites. Sin embargo, la acreditación formal significa que el cliente puede estar seguro de los que se han cumplido los procedimientos oportunos.
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